Obra maestra de comienzos del siglo XX de este farmacéutico, médico psiquiatra, filósofo y escritor ilustre de nuestra nación, destaca por algunos puntos, entre muchos otros:
1) Considera a la histeria como la gran neurosis.
2) Al pasar, se refiere al charlatanismo propio de los histéricos.
3) Consideró a Charcot como un hombre genial y a su escuela como la etapa más célebre en la historia de esta enfermedad. Cita las famosas cinco fases del gran ataque histérico, «A lo Charcot».
4) Admitió que es difícil combatir el fetichismo de las drogas.
5) Advirtió que en muchos casos de histeria la verdadera terapéutica es la psicoterapia, sea en vigilia o durante el sueño hipnótico.
6) Atribuyó importancia a la imitación como factor determinante de los accidentes histéricos (por ej., en el aparato respiratorio en la risa histérica).
7) También advirtió sobre el afán de ser interesantes, el cual aguijonea a los histéricos.
8) Casi todos los casos presentados en esta enorme casuística pertenecen al sexo femenino, salvo algunas excepciones.
9) A propósito del valor de la teoría en la ciencia, admite que es más científico, en ciertos momentos, sacrificar todo esquema ante la realidad compleja y ambigua.





